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jueves, 9 de julio de 2020

El canto de la selva

Es una película de João Salviza y Renée Nader Messora (Brasil, 2018).  Es sobre el paso de adolescencia a la adultez, el rito funerario del padre y  el proceso para convertirse en chamán en la comunidad indígena Krahô, municipio de Itacajá, nordeste de Brasil.

Henrique Ihjãc Krahô vive en la selva, en Piedra Blanca. Es un joven destinado por la guacamaya a convertirse en chamán. Tiene un hijo, esposa y madre. Ha perdido a su padre, quien lo llama mediante un sueño hasta el lugar de una cascada para pedirle que le haga el ritual funerario. La esposa duda de Ihjãc, cree que él se fue durante la noche para donde otra mujer.

Se muestra la aldea de Krahô en actividades cotidianas como la cocción de alimentos, el corte de palma para los techos y nadar en el río. Hay escenas de noche donde la comunidad conversa sobre buenos y malos chamanes, mientras el fuego arde y alumbra. Cuando van a cumplir con el rito funerario del padre, Ihjãc sufre un desmayo y el chamán de la comunidad dice que la guacamaya siempre lo perseguirá. Él siente que no puede física y mentalmente con las fuerzas sobrenaturales.

Decide ir al pueblo de Itacajá, a 38 kilómetros de su comunidad. Allí está en un refugio indígena, pero el médico diagnóstica que Ihjãc es hipocondriaco. Le piden papeles como la identificación y carnet de salud pero no los tiene para acceder al servicio médico en el hospital. Lo atienden y dicen que está bien pero él sigue sintiendo dolores de cabeza. Su esposa lo busca con el niño y dice que el pueblo no es tierra para ellos.  Ihjãc deambula por el pueblo pero no logra zafarse de su destino.

Vuelve a la comunidad después de un sueño, en el cual él lleva el fuego. Preparan alimentos y el mejor tronco pintando, invitan a los familiares y a la comunidad. Hacen el ritual y él ya no será el mismo porque ya puede ver a los espíritus. Su padre irá a la tierra de los muertos y su espíritu no deambulará más.

La fotografía y la música llevan el ritmo de la historia de forma lenta porque es algo sagrado y decisivo en el ciclo de vida. Requiere de un tiempo pausado que exige pensar. La duda surge ante la responsabilidad de sucesos claves. La historia es etnográfica y muy cuidada en la dirección de actores. Los diálogos, en su mayoría, son en la lengua de la comunidad indígena Krahô. Es maravillosa, en la cual predominan los colores tierra y verdes. Inicia con la noche y termina en la noche cumpliendo un ciclo, un sueño, un ritual.

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