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domingo, 22 de noviembre de 2020

Cuando fuimos brujas

Es una película dirigida por Nietzchka Keene de Islandia, estrenada en 1990. Es sobre dos hermanas que pierden a su madre, quien fue acusada por brujería y quemada. La hermanas Katla y Margit deambulan por los campos. Katla conoce a Johan, de quien se enamora y desea ser su pareja. Johan tiene un hijo, pero ellos han perdido a la esposa y a la madre respectivamente. Las hermanas viven con Johan y Jonás. La hermana menor puede ver en alucinaciones a su madre. Hay un conflicto porque el niño no acepta la relación de su padre con Katla y ella no se entiende con él. Así que se muestra la brujería como un acto que puede tener nefastas consecuencias o buenas, dependiendo de la intención de cada hermana. Los paisajes de Islandia muestran la belleza de las estepas y montañas, los ríos, los animales como las ovejas, pájaros y caballos y las margaritas silvestres como un símbolo de amor a la madre pérdida. 

martes, 17 de noviembre de 2020

Thelma y Louise

Thelma y Louise es una película sobre un viaje de dos mujeres para dejar de golpe muchas cosas que las atan a una feminidad que las oprime. Esta road movie de 1991, dirigida por Ridley Scott y escrita Callie Khouri, sigue vigente como una invitación feminista para que las mujeres dejemos o cuestionemos nuestros propios miedos sobre el amor, la sexualidad, la pareja, la autodeterminación, la autonomía y la libertad.

Los personajes femeninos protagonistas son complejos, contradictorios y dispuestos a defenderse hasta el último momento como seres fugaces de la sociedad patriarcal y capitalista. En tanto los hombres tienen un rol en el reparto de acosadores, irresponsables e infieles monógamos heteropatriarcales, gritones clientes de un restaurante, jóvenes sexys ladrones de mujeres, policías y Estado que persiguen y castigan a las mujeres que solo buscan defenderse ante la premisa: “nadie nos creerá porque somos mujeres”.

Un fin de semana basta para vivir experiencias radicales que cambiarán a Louise, una camarera, interpretada por Susan Sarandon. Y qué mejor que vivir un escape de la realidad con una amiga, ama de casa, recién casada, interpretada por Geena Davis. Así que la amistad se teje como una alianza con matices, conflictos, expectativas, ingenuidad, compañía y libertad. Es algo que se va afianzando en el camino con las pruebas a las que están sometidas por las múltiples discriminaciones de género.

Louise es una mujer desenfadada que no le tiene miedo a las armas ni a defenderse de los hombres. Este personaje se autodetermina como un ser que tiene el control y las riendas de su vida, a pesar de los múltiples desafíos que le presentan un fin de semana y su propio trabajo en el cual su vida parece miserable. Thelma es una mujer guapísima que no sabe como escabullirse de las reglas del matrimonio heterosexual, en el cual espera a su amado esposo como si ella fuera el postre de la noche.

Son los autos los objetos de adoración de los hombres. Pero, en este caso, los autos son un vehículo hacia el escape de Thelma y Louise. Son las mujeres las que se apropian del volante y corren riesgo con la velocidad con la que deben tomar las decisiones, correr hacia su propia definición de mujeres y buscar una guarida a toda costa. Ellas parecen unas Rambo: “retroceder nunca, rendirse jamás”. Los autos son los mejores amigos y en los únicos que pueden confiar.

El viaje que plantea el guion tiene unos detonantes y giros que hacen que un fin de semana se vuelva un reto para superar los obstáculos. Le hace evidente al espectador que las mujeres sin importar su clase social, aspecto estético, profesión, edad siempre están expuestas a la violencia de género, a la violencia sexual, a la discriminación en el trabajo, a la devaluación en el hogar como una figura decorativa si es una mujer blanca de clase media de los Estados Unidos a inicios de los año 90’s.