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lunes, 10 de diciembre de 2018

Amarilla

Hoy Amarilla me contó que cuando era niña estaba vestida de camisa y pantalón amarillo. La abuela le había pedido que no se ensuciara. Ella quería jugar fútbol o micro fútbol con los niños y niñas. Pusieron de cancha varios tarros de pintura. Ella se sentó en uno de ellos y se ensució el pantalón. La cola le quedó con un círculo de pintura. La abuela le quitó el pantalón. Lo echó en tiner o varsol y la mancha nunca se borró.


martes, 4 de diciembre de 2018

Un día como hoy

Un día como hoy miro al futuro. Mi presente está pasando por una peste. Con ganas de ver cine, dormir, no hacer nada y leer un rato a Clarice o Tom McCarthy. Es un día soleado. Sigo viajando. Ya ha dejado de llover y el mes de diciembre está soleado. Debo actuar y revisar las universidades. Pero mi cabeza no me da. Esperando una abrazo. Escuchando a Laura Pergolizzi. Me daré un abrazo. Un poquito de mimos. Con ganas de una copa de vino y de un libro en la sala de mi hogar bonito. Debo buscar lo mío. Esos sueños parecen escapar por mi falta de hacerlos realidad. Pantalla hazme soñar de nuevo. De pronto un caminar me inyecta energía. Las runas me siguen augurando una mierda de emociones. Así que volverá a jugar la tristeza y otra vez a recomponerme. Qué horrible fue septiembre, octubre y noviembre. Esperemos que la lloradera no me vuelva tan seguido. Y si vuelve será llorar. Esto me recuerda a Anna Salas diciendo que las emociones feas hacen vivir las emociones bonitas, que es necesario sentirse triste para vivir la alegría. Es irónico. Pero no es nada bonito. Las runas están al revés pero el huracán no cogido fuerza del todo. Que pase pronto y destruya lo que tenga que destruir. Que renueve esta energía.