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martes, 20 de marzo de 2018

Bichito

Bichito, una suma es cuatro por cuatro igual a veinte. Soy diez mil al cuadrado y tú das veinte mil como resultado. Una resta es la división de tres por tres más dos igual a cinco. Multipliquemos, dividamos, restemos pero yo solo quiero sumar.

jueves, 15 de marzo de 2018

37

Me has regalado la palabra 'horas'. El tiempo es relativo dice una de las teorías de la física. Pero para mí no es lo mismo un segundo a un minuto, un minuto a una hora, una hora a un día, un día a una semana, una semana a un mes, un mes a un año, y un año a 37 años. He pasado solo horas contigo. Y conmigo he pasado mucho tiempo. Y he recordado segundos por años. He tratado de olvidar instantes recordados hasta lustros. El tiempo deja su huella. Pero puedo inventar que las horas son otra cosa al tiempo. H es hielo. O es oro. R es río. A es aro. S es semilla. Me han llevado a otras imágenes. Horas puede ser el nombre de una empresa, persona o animal . No sé cuántas veces he dicho horas. Puede que muchas. ¿Cuántas veces la habré pronunciado este año? Horas puede ser el nombre de una película. Puede ser el tiempo de una novela o un cuento. Puede ser esta mañana o esta noche. 37 HORAS.

lunes, 12 de marzo de 2018

Hermano

Cerebrito. Ruche. Chúpemelo. Te amo: ¡tu ruche! Perejil. Descachalandrado. Sucio. Esa relación que nació hace varios años querido hermano. Me reclamaste porqué no viste La Noche Herida (Nicolas Guillen, 2017).  Además estuviste con Victor Gaviria la semana pasada. Viste las películas de Kurosawa mientras yo trabajaba o dormía. Pero tú escribes mejor que yo. Sabes más de cine que yo. Viste Attenberg (Athina Rachel Tsangari, 2010). Y viste más películas de esa misma directora. Un día te llevé el libro de Clarice Lispector de la colección Señal que Cabalgamos editada por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia -sede Bogotá-. Te leí El huevo y la gallina. Eran como las 12 del medio día. Hacía sol. Estabas con el uniforme y no sé si me prestaste atención.  Nos sentamos en el andén frente a la casa de Clarita -hoy solo existen las ruinas-. De pronto era martes o lunes, me niego a que fuera miércoles, jueves o viernes. Tenías el pelo puntiagudo mientras el culo te picaba para correr y buscar un balón y dejar a tu hermana que pretendía convertirte en un letrado. Porque ella creía que leer era ser culto, entrar al mundo negado a los pobres. Hoy en día tú eres la copia mejorada. Algún día aspiré a leer cientos de página en una semana, lo haces tú y no yo. Así que sabes más de literatura que yo. Apenas pretendo leer un libro en un año solo para distraer un rato la mente sucia de pensamientos malsanos. Como dice Hecuba ¡de qué me vale ya, ¡desventurada! Acabo de revolver un texto de Antígona con Hecuba. Mi amor infinito para ti querido hermano. Deseo que seas lo que seas, seas feliz. Te quiero ver haciendo pan y sembrando el maíz. No te puedo acompañar a esta aventura porque no me aguantaría la cantaleta de mi mamá diciéndome que con tanto estudio devolviéndome al pueblo a hacerla quedar como un rábano -por no decir un culo-. Como dijo algún día: ¡entre más estudio, más caballa! Pues no soportaría la afrenta. Tú sabrás disfrutar de tu conocimiento y de todo lo que sabes. Sabrás ganarte la vida. Puedes hacer grullas y vender. Puedes ser entrenador. Puedes ser campesino. Puedes ser agricultor. Puedes ser lector. Te quiero hermanito. Podrás ser un padre de familia y llevar a tus hijos e hijas al campo, recorrer las montañas, decir no quiero subir más, o mire bestia ese pájarito. Amas los gatos. Serás un gatuno. Le pondrás nombres salvajes y recordarás el libro de fotografía de Juan Rulfo. Un día te conté una historia y saliste a buscar el libro. No me creías que había sido fotógrafo. Olvidarás este mundo banal y vivirás la sencillez. No tendrás celular. De pronto nunca te iré a visitar. Algún día recordarás nuestras caminatas al parque y mis verduras salteadas. Comerás helado los domingos en el parque. Te emborracharás con el Sute y su guarida. Verás el profesor Melo como ejemplo a seguir porque repetía el inglés con la pronunciación del español. Sonreirás cada mañana porque despertarás temprano a ordeñar las vacas, verás las gallinas y prenderás el fogón. Volverás y te cogerás la cabeza y dirás: ¡yo si que soy guevón de la cabeza y cabezón de la culo! Se te olvidará algo. Escucharás fútbol, vallenatos, rancheras, rock, carrillera y a Edson Velandia. Y al final dirás ¡ya ni me masturbo!

jueves, 8 de marzo de 2018

Política

Sobre qué no te gusta que escriba para escribir en mi diario. Política. No esperaba respuesta. Y ese tema es el que más le gusta. Pero a mi no me gusta escribir sobre política. Es un hecho político escribirte. Es rendirse a otro sin desinterés. Bueno, si hay interés: llamar la atención. Es una bajeza. Es una relación emocional de poder desigual. Es mantener una ilusión estúpida. Pero realmente con esta palabra se quiere es hablar de quiénes nos gobiernan, quiénes nos gobernaran, ¿nos gobernamos? Hay acciones individuales que tienen incidencia en el colectivo o en una misma y son políticas.

El otro día tuve una conversación con un desconocido en un restaurante. El escuchó que votaría por Timo. Prefiero que la FARC esté haciendo política que matando o extorsionado gente. Soy consciente que mucha gente se fue para la disidencia y no quiso el proceso de paz. También una compañera me decía que violaron, mataron, desaparecieron y secuestraron a muchas mujeres. Pero yo lo hacía con los ojos ciegos, así fuera por dos personas que dejaron las armas para estar en la política. Así fuera por una persona que decidió romper con el ciclo de la violencia. Posiblemente este equivocada pero me aferro a este argumento como una utopía. Pero mi partido de la Rosa hoy se quedó sin candidato presidencial, así que ya no habrá voto para la paz ni para los imposibles.

Para la cámara votaré por la candidata afro que me pasó MaE en un whatsapp. Y por el senado no he elegido. Lo único claro es que votaré para que le bajen el salario a los congresistas. Soy una ciudadana irresponsable. Hasta el momento no sé ¿cuál es le tarjetón que debo pedir para que le bajen el salario a los congresistas?, ¿ahora, por quién votar para presidente?, y ¿cuál es el número para votar por Francia? No sé los números y ya no creo en nada. La política se parece a mi autoestima. No vale nada pero pesa diariamente. Parece un yugo. Yo no creo en la política. No me he interesado por saber nada de eso este año.

viernes, 2 de marzo de 2018

libros

He recibido dos libros. Uno, será un regalo. El otro, será para mí. Está lleno de dibujos y en inglés. Fue lindo pasar cada una de sus páginas. Algunas están desprendidas un pedacito. ¡Me gusta! Me gusta todo. Sus dibujos y letras. Lo esperé por varios días. Uno de ellos continuará su viaje. No sé si guste, pero será mi regalo de una de mis artistas más favoritas que se fija en la cotidianidad. ¡Qué alegría! ¡Gracias vida!