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miércoles, 28 de febrero de 2018

Fracaso

Hoy, un excelente artículo sobre el fracaso de Daniel Ferrerira. Es importante fracasar para darnos cuenta que la juventud se fue. Esta caduca sin remedio. Pero es la juventud la que nos lanza al vacío. No medimos riesgos. Solo buscamos capturar la meta. Con los años se van asentando las ideas y la certeza pega fuerte. Los aires de libertad y del todo contra todo por lo que queremos alcanzar se esfuman. Fracasar también es importante para la creatividad. Para saber que estamos vivos. Una oda al fracaso, tema recurrente en este blog.

Fracasar no siempre es perder. A veces puede ser aprender. A veces, puede ser parte del éxito, aunque, no quieras llegar a el. El fracaso y la testarudez van de la mano. Pero a veces, te das cuenta o te preguntas: ¿para qué una casa o apartamento en tal barrio, con tantas cosas materiales?,  ¿para qué estas vacaciones?, ¿para qué este título?, ¿para qué este trabajo?, ¿para qué estos hijos?, ¿para qué esta pareja?, ¿para qué este escrito? No hay respuesta. Porque si la curiosidad muere, muere la creatividad, sentencia DF.

domingo, 25 de febrero de 2018

Pompa

Mis pensamientos cuando se verbalizan son como pompas de jabón. Son bellos pero estallan o se rompen. Es como un conjuro que no permite que se lleven a cabo. Dije que iba al FICCI. Nunca he ido al festival de cine más importante de mi país. Hoy me me siento atada a mis decisiones y debo asumirlo. Decidí trabajar en vez de ir a ver una película de Wang Bing o ver de lejos a la camaleónica Tilda Swinton.

Mi suerte está echada a la certeza. Cuánto me cuesta apostarle a la vida, así sea un segundo. Vida mía tendré que seguir con el Cine Club de los Fundadores y la Cinemateca Distrital. Una excelente película me regalaste ayer: Miss violencia. Ya la había visto y no me acordaba de ella. Y terminé con I am not your negro en la Cinemateca Distrital. No me gustó mucho, la verdad, pero aprendí del sufrimiento afroamericano en un país que los deshereda, desprecia o los convierte en parias.  Se aprende de historia. No sabía quienes eran Martin Luter King, Malcolm X y Medgar Evers. No sabía que eran del siglo XX. Paréntesis: ya quitaron la exposición que estaba allí sobre cine colombiano.

Pero deseo ver las películas de Wang Bing. No las he encontrado por internet. Parece ser alguien tan lejano solo de conseguir en preciados festivales de cine independiente. Intentaré ver lo único que hay en youtube. Pero realmente deseo ver esas niñas y niños campesinos, que están sucios y se cuidan unos a otros. La chica mayor cuida de los otros hermanitos y pelean. Eso me recuerda mi infancia, estuve llena de tizne y sucia, era desprovista pero alegre. Aunque a veces la pobreza te roba lo mágico de la vida, el cine la vuelve a llenar de estética y de sentido. Ese campo en el que habitan casas con musgo, frío, animales y niños y niñas que prendemos el fogón para cocinar una sopa de pasta.

domingo, 18 de febrero de 2018

Correo

El correo es una buseta. Se llama así porque hace unos 20 años llevaba las cartas de un pueblo a otro. Hoy en día, lleva el dinero del Banco Agrario y algunas encomiendas de Soatá a Güican. El correo para mi hermano y para mi son canciones del vallenato. Las colocan siempre. Cogíamos el correo para ir a visitar a la madre señora, desde La Uvita hasta La Rinconada, vereda Peñuela, San Mateo Boyacá. Se sentía una nostalgia en ese recorrido, cada punto de la carretera parecía eterno y de antaño. Esa música le ponía una estela de olvido. Sería interesante saber por qué, en el campo en Boyacá, escuchan tanto el vallenato. Aquí van las canciones que colocan:

Obsesión, Las Estrellas Vallenatas
Me tiraste al mar, Las Estrellas Vallenatas
Los caminos de la vida, Los Diablitos
No voy a llorar, Los Diablitos
Un osito dormilón, Binomio de Oro
Si tu amor no vuelve, Binomio de Oro
Olvídala, Binomio de Oro
Un Cóndor herido, Diomedez Díaz
Busca un confidente, Los Diablitos
Hoja en blanco, Los Diablitos
Inocente, Gigantes del Valletano
Acuérdate, Los Gigantes del Vallenato
Me mata la melancolía, Los Gigantes del Vallenato
Nostalgia, Rafael Orozco
Anhelos, Alfredo Gutiérrez
Me vas a extrañar, Binomio de Oro
Distintos destinos, Binomio de Oro
El invierno pasado, Jorge Celedón
Si tu amor no vuelve, Binomio de Oro
Me ilusioné, Binomio de Oro
Amantes inocentes, Binomio de Oro
Bañarte en mis sueños, Binomio de Oro
Tarde la conocí, Patricia Teherán
Declaración de amor, Patricia Teherán
Me cansé de usted, Patricia Teherán

Si esas canciones no sonaban de para allá, sonaban de para acá.

sábado, 17 de febrero de 2018

Encomienda

Mi mamá envío una encomienda muy pesada y grande. Trae pan, mucho pan, calado, duraznos -me recuerdan los albaricoques de Elio, una escena sexual-, arepas de maíz o areparina, arepas de trigo, empanadas de horno y fritas, morcilla -me gusta mucho la morcilla-, queso de hoja -el que hace mi papá-, queso salado, papas, mangos -hermosos, amarillos y rojos- y un pollo criollo gigante. Ella estaba muy contenta diciéndonos que traía la caja. Dijo que nadie la podía alzar solo. Estaba muy pesada. Que comiéramos de manera equitativa y no democrática -siempre es injusta-. 3 bolsas de duraznos. Solo pensó en Samuel, Fabián y yo. No pensó en Marinela para los duraznos. Sabe que no me gusta la mantecada y solo envío para mis hermanos y hermana. Espera que hoy almorcemos de manera suculenta los dos hermanos y dos hermanas. Gracias mamá.

Amigas

Tengo más amigas o solo amigas. No tengo amigos. Esta semana he pensado en Caro Bu, MaE , Bibiana. Me la he pasado con Nancy. Y me vi con Nina. Les tengo cariño y recuerden que siempre serán muy importantes para mi porque me han enseñado a vivir. De cada una he aprendido algo. Han aportado a estos huesos recachamudos o vascuencos -me gustan esas palabras porque son sonoras-. Gracias por el afecto.

Y sé que cada etapa de la vida traerá nuevas amigas y dejará otras. Mi amiga del colegio fue María del Carmen. Y en la universidad estuve con Luisa, Jeniffer, Viviana. La universidad me dejó a Lucía, Amalfi y MaE. El trabajo me dejó a Nina. Y en la vida conocí a Leito y la dejé partir. Alguna vez intenté buscarte y ya no sé tu nombre completo. Espero que, de las amistades que ya no sé nada, estén bien.

¿Qué seríamos las mujeres solteras sin esos afectos? No me puedo imaginar una sin comida, agua y cariño.

Por último, me he acordado de Liliana. Gracias. Y faltaba Alejita.

Clave

Las claves son varias hoy en día. La última fue para la guaya del computador. Aunque no se debe escribir en ningún lugar, por aquello de la seguridad, la escribí en el cuaderno. Suelo escribir casi todo lo que alcanzo a retener para que no se me olvide. No me fio de mi memoria. Piden claves para páginas web de salud, pensión, correo, redes sociales, de entrenamiento y para comprar cualquier cosa. La última vez, el banco no me dejó pagar algo por internet porque no tenía una clave activada desde una aplicación del celular. No pude hacer la compra porque no tengo eso.

El hecho que realmente quiero relatar, es que mi hermano alguna vez intentó ingresar al computador con el nombre de cámara como clave. Me imagino que colocó: camara123, camarahastasiempre, camarita, camarote. Qué risa me da de pensar cuántas posibilidades escribió con cámara. Casi nunca coloco claves con los nombres de mis amantes o personas que me gustan o atraen sexualmente. Esa vez, la clave era casi imposible, era el nombre de una sala del museo nacional. Creo que no pensó en eso. Era Teresa Cuervo. No me acuerdo si escribí todo el nombre o una parte.

Pero he caído en el intento de los nombres de los amantes como una posibilidad de retener un suspiro. He colocado tu nombre en la clave de sesión del computador empresarial. Durará tres meses. Después colocaré acoirirs123 o sueloestarbien123, quemaravilla123, virgendelasmercedes, orillasescabrosas o la fecha de ese día en letras, etc.

sábado, 10 de febrero de 2018

Objetos

Objetos que me distraen. 
No. 
Son miradas que me cautivan. 

Ayer empaqué los objetos que uso en el puesto de trabajo. Me traslado para el norte. Casi se me olvida una lata de gaseosa con una pintura de Guayasamín. Nancy me recordó que la olvidaba. Le pedí a mi hermano que me recogiera. Llevó la mochila para cargar con mis objetos. Son lápices, papeles de recursos humanos y otros. Tengo un pocillo y un porta vasos con un pájaro. Desocupé los cajones y cerraron con llave. También tengo un limpia aura, un kid para la supervivencia, que es una pequeña caja con palabras que coges al azar para distraerte o aventurar una decisión que no puedes tomar. Algunos papeles los boté a la basura y otros los reciclé. Un computador y una memoria con poca información. No borré mis archivos personales. Hace dos días había cambiado la clave del computador. Trabajaré en otro lugar.

jueves, 8 de febrero de 2018

Enredos

Escribo cualquier cosa por molestar. Este escrito no tiene sentido. Disparador de la creatividad. Escriba lo que se le ocurra. Nada. Todo. Cualquiera. Yo. Tú y nadie más. Este camino es visible. Y la noche en paz. Hasta mañana. Eres una rosa. Yo un pastel. Ayer fui a verte. Hoy pronuncié tu nombre. A veces me acuerdo de ti. Mañana no sé. Posible que si. A pesar de todo. Me gusta este enredo. Espiral por hallar. Dibujos por dibujar. Sentido sin sentido. Sin sentido con sentido. A pesar de mi soy yo. Yo soy yo. Esto escribí alguna vez. Y a un niño le pareció natural y para un adulto era egocéntrico. Escribir para sobrevivir dice Vila-Matas. No deseo nada. Nada de nada. No quiero viajar. Ya no deseo casa. Ya no quiero estudiar. Ya no planeo nada. La situación está pesada. Él. Copio frases que escucho. Ayer intenté matarme. Hoy resucito como cristo para siempre. Gotas de rocío mojan mi cama. Yo mojo la tuya con esperma. Se prende la vela. Nada por el río. Muere el día y amanece la noche. Ya no quiero ser grandilocuente sino cualquiera. Soy mortal. Solo me queda la muerte. Tengo que morirme. Solo me queda eso.