Buscar este blog

sábado, 23 de diciembre de 2017

21

Cada seis meses, el día 21, hay un solsticio. Pedí un deseo que no se va realizar. Pero en fin, son deseos. Y de deseos estoy hecha. Estoy muy agradecida con la vida porque dejé de quejarme del lugar donde vivo. Mi cuerpo y mi mente por fin se acostumbraron al frío y a la humedad. Este costo se asume con la cercanía al centro y a los parques. Estoy feliz porque este año volví a teatro. Reactivé mi cuerpo. Aprendí a hacer "la mosca", a pararme de manos y alcancé limpieza y ritmo en el movimiento. Fui una agradable y exquisita Coco Chanel. Conocí a Lucas. Viví una historia increíble 306. Caminé mucho. Llegué a Femm y me gocé mi primera marcha gay o mejor lesbiana. Lloré y fracasé. Pero aquí sigo viva, motivada por los días azules, por mis queridas amistades que me sostienen, por el cine, por la sonrisa y con la esperanza de aprender a disfrutar el ahora. Mi reto será la meditación cinco minutos diarios de aquí al 21 de enero. Y así, de a poquito, me voy encontrando a mi misma.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario