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domingo, 13 de agosto de 2017

Trabajo y sentimientos

Mi primera semana en el trabajo no ha sido fácil. En este momento debería estar sacando un presupuesto para una propuesta que he postergado para hoy y sigo postergando porque es una forma de negarme que tengo que trabajar. Estoy calmada pero a veces no se cómo resolver varios trabajos que me asignan. Ha sido mucho trabajo desde el inicio. Siento que no puedo. Es el primer pensamiento que se me viene a la cabeza.

Sin embargo, me siento agradecida porque es la empresa que me recibe por tercera vez sin pasar la hoja de vida y entrevista. De las hojas de vida que pasé, en ningún lado me llamaron a entrevista. Quisiera aprender de género o trabajar con mujeres o diversidad sexual. Estoy en eso, pero me doy cuenta que no sé mucho del tema. O me enfoqué fue en crítica cinematográfica feminista y esto para la intervención social no sirve mucho. La gente cree que sé mucho de género pero realmente no lo sé todo y tampoco tengo porqué saberlo. Eso si, tengo una mirada de género en las relaciones sociales, el trabajo, las amistades, etc.

Y pienso en mil. No me he olvidado de ella. Debo dejar ir esos pensamientos. Las amigas me han escuchado mi historia tantas veces, que ya les debe saber a cacho. Ya ha pasado más de un mes y no prologaré un duelo por años como las anteriores experiencias. Debo aprender a tener sexo sin pensar en la persona después. Esto de los sentimientos no lo sé lidiar. Pero eso solo se consigue teniendo muchas experiencias sexuales, para lo cual no soy muy hábil. Me tienen que gustar las personas o atraer para poderme lanzar al agua. Asimismo parece que me fijo en personas que tienen autoridad y me cuestiona mi relación de sumisión que asumo con ellas, puede que no sea en todas las ocasiones.

Lo otro que me ha cuestionado, ha sido la importancia que le han dado a mi título de maestría de estudios de género. Esto ha sido mencionado por dos mujeres, una de ellas me gusta pero debo olvidarla, y la otra no me gusta porque es autoritaria pero ya le estoy flirteando como si le estuviera haciendo caso a mil. Definitivamente mil me tiene dominada. MaE dice que es un reconocimiento que hacen las personas a un capital social. Pero no me siento cómoda con ello. Les insisto en que soy una campesina o quisiera que me vieran como una persona sencilla u ordinaria. Pero resulta que no solo soy eso, también soy muy chistosa y me gano el cariño y el aprecio de las personas fácilmente porque a veces suelo ser desparpajada, humor negro con ingenuidad o inocencia. Menos mal todo no es negativo.

También la cuestión ha sido la de clase social, me ha sido difícil manejarla, más a nivel de pensamientos que de relaciones sociales. Esto me ha interrogado. Pero hablando con una amiga, ella me decía que una debe comportarse como si eso fuera natural, lo cual no es fácil para mi porque suelo decir todo lo que se me ocurre o mi cuerpo expresa admiración o sorpresa, y, sobre todo, mi rostro expresa con exageración. La primera vez que estuve en el apartamento de mil, no podía creer donde estaba, lo cual me impactó y por eso no pegué el ojo. Bueno, y así va sucediendo la vida. Son pensamientos y sentimientos más que acción.

Deseo dormir hasta tarde, tener sexo con mil, reírme, despreocuparme e ir a cine a ver Paterson. Esa película me encantará porque es sobre la vida cotidiana, sobre lo ordinario, sobre lo que intento plasmar es este muro virtual. Sobre la felicidad en el día a día en pequeñas situaciones. Gracias vida por permitirme escribir y amar este espacio, amar hacer reír a la gente, y vivir con los vientos de agosto.

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