Buscar este blog

domingo, 23 de julio de 2017

18-3

Hoy, 23 de julio de 2017, estoy en el parque. Acompaño a mi hermano a jugar en el parque de la calle 34 con carrera 17. Estoy en Bogotá. Amanecí con resaca. Tomé a noche. Estuve con Liliana, Angélica y Ricardo. Ayer fui a caminar con Nina, Marinela, Carolina y María Inés. Fue bonito. Fue una montaña sagrada. Me limpié de tanta energía negativa que cargo a veces. La ciudad se veía explayada e impresionante. Estaba despejado. Solo pienso en Lucía. Miro sus fotos para acordarme de ella. ¡Fue algo bonito! No volverá a suceder. ¿Y si me llamara?, yo iría de inmediato. Cuento esta historia a mis amigas y me enorgullezco de lo que viví. Les muestro las fotos de Lucía. Acabo de leer una artículo de una persona que rompió con otra y todavía piensa en ella después de un año. Al final del artículo dice que la mejor manera para aceptar la pérdida es agradecer. Agradezco infinitamente esta experiencia. Quiero volverte a dibujar. Todavía tengo el recuerdo de aquella chica enérgica, de pie y de espaldas. Así te vi la primera vez. Ayer me contó Liliana que Angélica o la chikis decía que yo era lesbiana. Me sentí ardida porque hasta ahora estoy descubriendo mi sexualidad. Todavía me gustan los hombres y he tenido muy pocas experiencias sexuales con hombres y mujeres para sentirme definida en algún lado. Mi problema fue cortarme el cabello, solo, para no peinarme. Y el mundo le ha puesto tanto tinte a eso, que ya no me importa. No sé si será por eso que no consigo trabajo. Vivo de milagro. Del milagro de ser tacaña. Después de lo que me dijo Liliana, realmente pensé, ¿si soy discriminada porque la gente ve en mi una mujer machorra y lesbiana? Yo no sé que soy. A veces miro mis senos y me gustan. Me gusta las palabras mujer y femenina. Estoy aquí en el parque sentada mientras llovizna y una brisa rosa mi cabeza y mis orejas. El frío me despierta de esta resaca. Fabián quiere que haga muchos dibujos. Gracias a Linda Barry aprendí a querer mis dibujos. Son mis obras, mi creatividad, lo que mi cabeza ve y mis manos intentan reproducir. Quiero dibujarte de nuevo. Ya no será la primera vez. No sé porqué soy tan sensible. Lloro un poquito y me alivio. Mejor seguiré leyendo Don Quijote que fue un sueño.  9:40 a.m. - 10:00 a.m.

Don Quijote que fue un sueño de Kathy Acker, 1987:

"No volveré a hablar porque no me oís y no me oiréis, no me importa cómo hable. En consecuencia soy una musa de sueños deseos que, al no poder expresarse, son fetos que trascienden sus tiempos, ni siquiera abortos. Pues, mientras que las mujeres pueden librarse de los niños no queridos, yo no puedo librarme de mis sueños insoportables, inalumbrables. De modo que ya no sé qué hago - concluyó Don Quijote, mansamente, su poema. En esta sociedad ya nadie lee poesía." Página 218.

(...)

¿Sabes  Nocturno, que oí decir de mi a Satán? Dijo que yo, Dios El Señor Todopoderoso, soy una zorra (de hecho que Mi propia Existencia menoscaba la palabra "zorra") y que no Me tiene el menor respeto porque hago el amor con viejas, solteronas vírgenes. Que, por su parte, el prefiere hervirse en un coño de catorce añitos, aunque eso sea estupro, a esconderse bajo las faldas de la Madre. El es un hombre de veras, mientras que yo soy un hipócrita baboso, un farsante. Yo, Dios, no hago nada con franqueza. Mientras promuevo la moralidad, me cobijo en el coño de Mi Madre." Página 232.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario