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miércoles, 9 de diciembre de 2015

San Mateo

El 9 de diciembre fui a San Mateo con mi papá. Nos fuimos a las 3 de la mañana, llegamos a las 4 de la mañana. Todo el camino mi papá cantó tangos de Oscar Agudelo, hablamos de Petro y de cosas varias. Saludé al tío Flaminio. Ví cómo mi papá reparte aromática y tinto con la gente que le vende la cuajada. Comí dos arepas de trigo fritas que mi papá me hizo pa' desayunar a las 2 de la mañana.

Mi papá le gustan las fotos. Dijo que yo iba hacer un estudio sobre cómo compra cuajada. Mi tío me contó que nació en 1936  y tiene 79 años. Me invitó  a su casa pero no alcanzo a ir y no tengo dinero. También me dijo que tenía tres matas de mariguana y los vecinos lo aventaron con la policía y el ejército. Le recomendé unas hojitas para un remedió para la artritis de mi mamá. También me contó que el hijo menor, Edwin, lo dejó endeudado con el banco, más de 11 millones de pesos. Que fue hoy a reclamar el subsidio de los ancianos. Dijo que cuando fue joven tomó mucho y que los hombres toman mucho y la bebido metió en problemas al hijo, que esta desaparecido hace 5 meses y no se habla con él.

También me contó que él cocina, plancha, lava la ropa, siembra, compra el mercado, ordeña la vaca y cuida de la tía Ramos. Y que es verdad que hace más de tres años no va ha visitar a la prima Rosalba porque el camino se dañó y le duelen mucho las rodillas. Me contó que hizo los 9 de días de aguapanela con mariguana pa' el dolor.

Me encontré con la tía María y me dijo que su hija María fue a visitarla el sábado 5 de diciembre y se volvió a Bogotá el domingo 6 de diciembre. Me dijo que iba a vender unas sapallas. Traía cilantro, sapallas y otras cositas en un canasto y se fue a repartir con sus clientes. Dijo que luego iba a reclamar una medicina al puesto de salud.

El primo Pedro, me dijo que estaba muy acabada, que me veía vieja. Yo me reí.

Mi papá me presentó con todos sus conocidos. La gente es muy amable y bella. Todo el mundo se saluda y se brinda tinto y aromática.

Había un cabrito encima de una buseta y el mercado se ve a punto de desaparecer. Ya casi no salen campesinos con sus productos. Me sorprendió que la gente todavía hace cuajadas y las lleva a vender a los queseros, por lo menos más de unos 100 kilos.

También estaban los puestos de ropa, zapatos, las masateras y las casetas de tinto y empanadas.

Fuimos a desayunar. Mi papá pidió tamal con chocolate y yo un mute con harto cilantro y cebolla picada. Luego pasamos a peluquiarnos. Mi papá me presentó a una señora que le daban a cuidar cuando era bebé y a él no le gustaban así que les pellizcaba el culo para hacerla chillar. La señora se reía y es amiga de mi papá.

Conocí al primor. Una señora que es prima de mi papá y le vende la cuajada hace más de 20 años, es una cliente fiel.

Terminamos la mañana un poco mal, porque el señor del bus me tocó las tetas, y le dije a mi papá que me defendiera y se quedó callado, no inmutó palabra y le pareció normal que ese man me manociara.

San Mateo es el pueblo de mis papás. Mi papá es de la vereda El Vijal y mi mamá es de la vereda Peñuela.


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