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viernes, 27 de noviembre de 2015

Felicidad

El miércoles 25 de noviembre la felicidad llegó. Una carta me destapó la alegría. Me notificaron que la Personería de Bogotá envió una carta a la Clínica Fundadores, donde le ordena pagarme el dinero que ilegalmente me retuvo. Son solo 120 mil pesos, pero en estos momentos de desempleo me ayudaría bastante.

De la felicidad casi me estrella un carro. Salí corriendo de la casa, y un carro paso rápido, me detuve al instante y el carro continuó a 1.000 km por hora. Afortunadamente estoy viva para contarlo.

Así la Clínica Fundadores no me devuelva el dinero, me siento apoyada y no navegué contra la nada. Por fin una entidad me respalda y resuelve el derecho de petición a mi favor. Gracias vida. Me costó mucho esta felicidad, ya que muchas veces me dolió la cabeza, me rabié, me frustré pero cuando ya no tenía ninguna esperanza aparece esta buena noticia.

Que viva mi terquedad cuando hay que insistir para proteger o reclamar mis derechos.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Lluvia

Ayer, jueves 19 de noviembre, hacia el medio día se largó un aguacero de padre y señor mío. Afortunadamente estaba con mi capa "Cantando bajo la lluvia". Es una capa naranja que lleva el nombre Sigin in the rain. Este nombre es de una película del cine clásico, musicales de Hollywood de los años cincuenta del siglo XX.

Me gusta la lluvia y el cine. Así que ayer con mi faldita negra, botas tobilleras, así un poco formal me lancé a los goterones de agua, corriendo, apresurada y feliz en medio de la tempestad.

Corría y corría mientras las gotas me mojaban sin parar. Mis piernitas flacuchentas se mojaron pero resistieron felices. Me gusta la lluvia y mojarme. Saludos húmedos.

martes, 10 de noviembre de 2015

Coincidencia

La última semana de octubre leí en el blog de Camila Bordamalo García, que una vez que ella iba para un concierto en un bus, una señora se subió al bus y contó que era excarcelaría. Su historia es que pagó una condena por asesinar o herir a un hombre que violó a su hija menor de edad. Sentenció que ese violador se tiró la vida de cuatro (4) personas incluida la de él, la de la señora que pasó muchos años en la cárcel, la su hermana porque el violador era el esposo de ella, y la de su hijita querida que quedó marcada para siempre con el horror de la violación. 

Pues resulta que al día siguiente de haber leído esta historia, yo iba para la clase de inglés a la 1 de la tarde. El bus iba por la carrera séptima y esta señora protagonista de la historia del blog de Camila Bordamalo, cuenta la historia en vivo y en directo. Sentí como si lo que leyera se convirtiera en realidad y transitara como una gelatina resbaladiza hasta la ficción y viceversa. Camila Bordamalo contó que se sintió mal porque quiso darle unas monedas y no encontró en su cartera. Así que yo sentí que estaba entregando las monedas que no pudo entregar Camila.

La siguiente historia ocurre el 2 de noviembre. Este día leo La Rebelión de los oficios inútiles. Al día siguiente 3 de noviembre, me encuentro con una amiga que es de San Vicente de Chucurí. Por cosas de la vida estoy en el apartamento de ella. Hacia el medio día llega un señor que es experto en talleres y trabaja con funcionarios de distintas instituciones y con las comunidades. Fui a almorzar con él. Allí le conté que estaba leyendo La Rebelión de los oficios inútiles y que narra la historia de una líder sindical de oficios varios llamada Ana Dolores Larrota. Pues este señor me confirma que esa señora existió en la vida real, y que hay un barrio que lleva su nombre en San Vicente de Chucurí. 

La última historia es sobre el padre Anselmo. Mi hermano que vive en Cali llegó el sábado 7 noviembre, de Santa Marta con Julieth, mi sobrina. Ese día mi hermano le presentó a Julieth, a mi otro hermano que estuvo estudiando para ser sacerdote católico, y le dijo: él es el padre Anselmo. Los otros hermanos y hermanas nos reímos mucho pero le estaba maltratando u humillando recordando aquella decisión que cambió el rumbo de su vida, y mi hermano con su comentario le hacía recordar que se equivocó. El 8 de noviembre retomo el libro de la Rebelión de los oficios inútiles que ya esta por terminar y veo que la señora Anselma dueña de la funeraria es quién mortaja a la difunta Luisa, personaje que representa la hermana de un periodista izquierdista.

Todas estas coincidencias tienen que ver con La Rebelión de los oficios inútiles que es escrita por Daniel Ferreira (seudónimo Stanislaus Bhor), quien a su vez en su Facebook me dio a conocer a su amiga Camila Bordamalo, y así ella me dio a conocer  a la señora expresidiaria, y luego mi hermano nombra al padre Anselmo y vuelo al libro con los personajes de Anselma y Ana Dolores Larrota. Como ven todo es una conexión. Saludos conectados.