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domingo, 25 de octubre de 2015

Quinini y del Cerro de Guadalupe hasta el Páramo del Verjón

Caminar es una mis actividades favoritas. El domingo 18 de octubre de 2015 fui a caminar al cerro Quinini. Este es un parque natural que actualmente es administrado por la Asociación de Protectores de los Recursos Naturales de Tibacuy (APRENAT). Quinini significa montaña de la luna.

Esta ubicado en la vereda Ocobo del municipio de Tibacuy. Existen hallazgos arqueológicos como una roca gigante que era utilizada por las indígenas Panches para su trabajo de parto. Esta piedra y otras tienen arte rupestre o dibujos que fueron tallados con figuras alusivas a su cosmogónica. Algunas figuras son sapos o ranas que significan abundancia.

Lo más bonito de esta caminata es pasar por distintos paisajes marcados por sus bosques intervenidos y otros más conservados con especies nativas; también el suelo va cambiando a medida que se asciende al cerro Quinini, se pasa por cultivos de café, urapanes, helechos gigantes, suelos arenosos, tierra negra y por hojas de roble. 

Para los eufóricos del riesgo se puede experimentar el vacío en dos puntos rocosos y expuestos al vacío, el máximo es el Quinini. Obviamente esta la prohibición de acercarse al vacío pero muchas personas quieren tomarse la foto haciendo equilibrio, sonriendo en la punta de estas rocas mientras el viento esta a su favor y no las hace tambalear. 

También es exuberante y lleno de magia el bosque de robles. Estos árboles tienen más de 20 metros. Allí almorzamos y hablamos de nutrición y del peso de cada uno de mis amigos y amigas, me acompañó mi hermano gallina pez de rana, una amiga y otra amiga de mi hermano. Nos reímos mucho y abrazamos los árboles para recibir su energía. Esta caminata fue de más o menos 9 kilómetros.

La caminata del 24 de octubre de 2015 fue desde el Cerro de Guadalupe hasta el Páramo del Verjón. Esta caminata fue detrás de los cerros orientales de Bogotá. Alguna vez pensé si se podría caminar por estas montañas y la fecha de la caminata se logro el deseo. Hay un camino real empedrado ancestral o prehispánico desde los indígenas Muiscas; en la época de la colonia fue empedrado para dar paso a rutas comerciales, cuya carga fue transportada por los caballos hasta los llanos orientales. 

Caminamos como 14 kilómetros. Ascendimos cerca al cerro La Vega que tiene una torre que se divisa desde la zona de Corferias en Bogotá. La caminata tuvo como punto final la laguna el Verjón, la cual tiene unas islas en la mitad con frailejones. Es bellísima. Allí estuvimos más de una hora esperando al grupo de caminantes mientras almorzamos.

Durante el recorrido tuvimos la fortuna de contar con neblina de ida y despejado de vuelta. Fue maravilloso ese paisaje porque es bastante fotogénico, para los amantes de la fotografía da muchas posibilidades de retratar esta mágica fábrica de agua. Además la montaña te limpia las energías, te libera del bullicio citadino y te regala lo mejor de su paisaje de páramo. Además hay un árbol para películas de miedo y la ambientación en general de la montaña es perfecta para una producción fílmica.

Esta última es mi cuarta caminata, la más barata, linda, y recorrida sola (es decir, sin ninguna de las amistades). Me recomendaron hacer el camino de ciudad pérdida en Santa Marta, visitar Gorgona y Caño Cristales.


jueves, 15 de octubre de 2015

Miedo, nostalgia, frustración

No sé que escribir. No ha sucedido nada grandilocuente en los últimos días. Pienso en la última película que vi y no me acuerdo. A penas me inquietan las imágenes de Chantal Akerman, cineasta belga que murió este mes.

Tengo miedo. Tengo resignación. Van pasando los meses y el sueño parece escapar. Veo que aprender inglés demora tres años o más. Eso me desanima. Y espero que de golpe aprenda y parece que eso no es así.

Ya no tengo ganas de escribir. Siento que estar sin trabajo es estar feliz. Mientras que buscar trabajo de medio tiempo por las mañanas parece una tarea titánica o casi imposible. Puede que no sepa buscar.

Mi hermano menor me dice que estudie alemán y no estoy muy convencida. Me dejo influenciar fácil por mi hermano. No tengo bien claro qué hacer. Ya abrieron la convocatoria de la maestría en cine en la Universidad de Guadalajara pero no tengo el requisito del idioma, así que no valdría la pena presentarme.

Todo se resume a lo que se dice en terapia, es el miedo, la nostalgia y la frustración las que no me dejan conseguir lo que quiero, y parece diluirse con el pasar del tiempo.