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miércoles, 23 de septiembre de 2015

Burocracia

Escribo desde la rabia, impotencia y desesperación. Algunas lágrimas ruedan y mi rostro se ruboriza de frustración.

¿Qué es la burocracia? Tomando la opción del numeral cinco del diccionario de la Real Academia Española, dice, "Administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas".

Tengo en curso cuatro derechos de petición. Uno del año pasado del cual no he obtenido respuesta efectiva. La clínica Fundadores me robó ciento veinte mil pesos cobrando una comisión del 6% por haber pagado con la tarjeta débito, por concepto "manejo de tarjeta débito". Además me entregó un recibo de caja menor y no incluyó este cobro en la factura. Todo esto me hizo sospechar, además era la primera vez que me cobraban por pagar con la tarjeta débito una comisión del 6%.

Este derecho de petición ha pasado por las superintendencias Financiera, de Industria y Comercio y Salud y por la propia clínica Fundadores. La respuesta que me dio la clínica fue superflua y excesivamente tardía: un año después. Según la clínica este cobro se justifica por el decreto 4809 de 2011, que dice "toda compra con tarjeta débito y crédito genera a las entidades una comisión cobrada por la entidad financiera". Empezando que yo no soy ninguna entidad financiera sino una tarjetahabiente. Claro, esta comisión la cobra la red financiera que recauda el dinero por datafono. Según el vaucher o recibo, Credibanco es la entidad financiera que tiene el acuerdo con la clínica. El código de ética de Credibanco regula según el principio de no discriminación que "no podrá recargar, ni trasladar ningún valor por concepto de comisiones, costos por transacción e impuestos con tarjetas, diferentes a los legales".

Luego acudo a la Personería de Bogotá para que me ayude, pero ya han pasado 10 días hábiles y nada que me responden. También le escribí al banco para que me diera un argumento para volver a radicar el derecho de petición en la Superintendencia de Industria y Comerico. Pero con tan mala suerte que el banco no ha respondido nada, quedo de darme una respuesta el 21 de septiembre, y para que responda toca colocar otro derecho de petición con el cual el banco tendrá una semana más para responder. ¡Inaudito!

El derecho de petición contra la ETB parece que prosperó pero no ha llegado la factura. Y según vi en internet no me hicieron el descuento que solicité. Así que tendré que esperar una semana o sino volver a las oficinas de atención al cliente para que corrijan la factura. Llevo 9 meses yendo a ETB para que me arreglen la factura de cada mes. Ya nos soporto más.

El derecho de petición contra la DIAN, no lo han atendido. Quedan 3 días hábiles. Pero por lo visto no pasará nada. Así que tendré que sacar una cita para que me atiendan en una semana más, o quizás dos. Luego solicitar nuevamente la corrección a un documento.

Por último, ayer fui a la biblioteca de Mujer y Género de la Universidad Nacional de Colombia. Me sorprendí al no encontrar en la base de datos del catalogo la colección de cine silente que doné hace tres años. Según la funcionaria la culpa es mía por no haber entregado una carta diciendo que donaba ese material. Como si un papel garantizará que no se la robarían, argumentando sutilmente que la biblioteca no se responsabiliza de esta pérdida sino que prefiere echarme la culpa a mi. Todo el sacrificio y el vueltererío que en ese momento hice para conseguir esa colección quedo en nada. Con la donación de este material quería contribuir a la difusión del cine silente colombiano.

El único consuelo que me queda es descargarme en este escrito.

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