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lunes, 29 de junio de 2015

Chinú

Estoy desde el martes de la semana pasada en campo. Han pasado cosas a prueba de adaptación. El equipo de computo hizo falta desde la salida, y cuando llegó se daño el puerto que conecta con el cable de poder. Ha dado chasquido y todo, parece que hay corto circuito. Y el que alquilé no proyectó la presentación. Cero y van tres.

Luego, nada se sabe. La planeación de este proyecto es No sé, y reirse para no estresarse jajaja No hay programación y todo es al día; como vaya saliendo la cosa.

Bueno, pa contarles el título de esta entrada. Chinú es un municipio de Córdoba. Pensaba que era un pueblo feo, y resulta que no. Es muy bonito. Tiene esa magia blanca de las paredes de las casas, su calor, la música, y esos picós gigantes (parlantes), su gente costeña hablando comiendose las eses, su manera de nombrar las cosas es diferente, como indicar cómo llegar a una calle es: "Conta las calle. Yo te digo. Allá queda la 15. Despué la 19. Y así..."

El sábado había sol esplendoroso que cerraba la buena noticia de descansar el domingo. Tenía día libre. Estaba con Caro, y fuimos al festival del porro en San Pelayo. Qué cantidad de músicos. Super chevere para los oídos y la mente esas notas musicales ineditas de las bandas que participan en el festival.

Hacía rato no tomaba pola y con ese calor en San Pelayo, vino la una y luego la otra, hasta llegar a seis.

Ahorita unas hormiguitas se comen un pedazo de plátano frito, al lado de la cama y me acompañan unas cuantas hormigas que corren como Usain Bolt.

Otra historia pequeñita que me llamó la atención son las pantaletas de repollo de las niñas, son con una flor de encaje grande en el trasero. Son muy chistosas. Me contaron que es una tradición desde las abuelas, y todavía se conserva.


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